El papel de las Redes Sociales en los Trastornos de la Conducta Alimentaria
- Maria Ortega
- 20/05/2024
- Jornalismo de Investigação Saúde
Tras la pandemia de COVID-19, el uso de las redes sociales se ha generalizado, especialmente entre los jóvenes.
Este aumento en la actividad en línea ha coincidido con un incremento exponencial en los casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCAs). La investigación ha revelado una correlación directa entre el uso intensivo de redes sociales y el riesgo de desarrollar TCAs.
Los TCAs son trastornos mentales que afectan el comportamiento alimentario y tienen graves repercusiones tanto físicas como psicológicas. Estos trastornos, que afectan principalmente a jóvenes mujeres, son el resultado de diversos factores, entre ellos la presión mediática para alcanzar un cuerpo “perfecto”.
Las redes sociales, especialmente Instagram, se han convertido en una fuente principal de influencia en la percepción corporal, mostrando imágenes idealizadas y estándares de belleza inalcanzables. Estudios como “Testimonios en torno a la influencia de las redes sociales en la autoimagen” focalizado en mujeres de entre 18 y 22 años, reforzaron, lo ya comentado. Por culpa de factores como la publicidad, y demás medios de comunicación, esa infravaloración hacia nuestra imagen aumenta.
Investigaciones como la realizada por José Francisco López Gil, publicada en Journal of Mental Health and Addiction, respaldan esta conexión entre el uso de redes sociales y los TCAs. Este estudio, que involucró a casi 700 jóvenes españoles, señaló que muchos intentan emular el estilo de vida de los “influencers” sin comprender adecuadamente la nutrición o el ejercicio, lo que puede llevar a sentimientos de culpa y comportamientos nocivos.
EJEMPLOS DE PUBLICIDAD Y CONTENIDO DAÑINO
Ya no solo es la publicidad, de la que hemos hablado, que se ha encargado de manipular a la sociedad, durante el siglo XX y lo que llevamos del XXI. Las redes sociales son una extensión de esa publicidad, están inundadas de belleza falsa. Hay una cuenta en concreto, @bellezafalsa, que te lo demuestra. Los retoques estéticos, el maquillaje, el photoshop, que hay detrás de todos esos perfiles que llevan a comparación.
ENTREVISTAS
A continuación, trataremos más en profundidad el tema gracias a las entrevistas realizadas.
La primera entrevista comenzó con Layana, una joven de 20 años, hablando sobre su historia con los trastornos alimentarios. Layana explicó que inicialmente le diagnosticaron desnutrición, que luego evolucionó a una anorexia leve. Describió cómo al principio no quería comer y tenía una percepción distorsionada de su cuerpo, viéndose gorda cuando en realidad estaba extremadamente delgada.
Sobre cuándo y cómo se dio cuenta de que tenía un trastorno alimentario, admitió que ella no se dio cuenta por sí misma. Fueron sus padres quienes notaron que algo no estaba bien, especialmente cuando se sentía débil. Fue después de buscar ayuda clínica cuando se confirmó su trastorno.
En cuanto a cómo afectó su vida diaria y sus relaciones personales, mencionó que sus amigos no la trataban mal ni comentaban sobre su delgadez, pero notaba los comentarios de otros en la escuela, quienes le decían que se veía flaca y asumían que no comía. Esto le hacía sentir mal, ya que nunca quería comer y, cuando lo hacía, sentía la necesidad de vomitar.
También se le preguntó si las redes sociales potenciaban su trastorno. Layana reconoció que sí, ya que al ver imágenes de personas con cuerpos perfectos en Instagram y TikTok, se comparaba con ellas y deseaba tener esos cuerpos. Esto la llevaba a querer cambiar, aunque sabía que cada persona tiene su propio cuerpo y no se puede tener el mismo que los demás.
Al hablar de los mayores retos en su camino hacia la recuperación, mencionó que hace dos años se dio cuenta de que necesitaba ganar peso, pero le resultaba muy difícil debido a su metabolismo. Tuvo que seguir un régimen estricto, comiendo en horarios específicos y más veces al día de lo que estaba acostumbrada. Este proceso fue complicado, especialmente en el ambiente escolar y con el juicio constante en las redes sociales. Además, enfatizó la importancia de cuidar tanto la salud física como la mental.
Finalmente, cuando se le pidió un consejo para aquellos que luchan contra un trastorno alimentario o sus seres queridos, Layana sugirió no prestar atención a los comentarios de los demás sobre el cuerpo o estilo de vida. Recomendó buscar ayuda externa y hablar con padres, amigos o alguien de confianza para darse cuenta de que algo no está bien. Afirmó que aún lidia con trastorno por atracón y subrayó la importancia de consultar y pedir ayuda cuando sea necesario.
En la última pregunta, sobre si es importante eliminar las redes sociales en estos casos, opinó que tal vez no eliminarlas por completo, ya que hay aspectos positivos en compartir y ver la vida de amigos. Sin embargo, aconsejó reducir su uso y enfocarse en otras cosas que no sean los cuerpos de otras personas.
ENTREVISTA EN AUDIO:
ENTREVISTA A ANA SAMOS: licenciada en psicología y pedagogía
En la entrevista, Ana Samos, licenciada en psicología y pedagogía, señaló que los primeros factores de riesgo derivados del uso excesivo de las redes sociales en relación con los trastornos de la conducta alimentaria, incluyen la promoción de estándares de belleza basados en la delgadez. Además de, la comparación constante entre individuos, lo que afecta tanto a mujeres como a hombres. Esta situación puede generar una preocupación obsesiva por el peso y una constante necesidad de comparación con lo que se muestra en las plataformas digitales. Asimismo, subrayó que el impacto negativo en la salud mental puede manifestarse en forma de ansiedad, culpa y tristeza, al intentar alcanzar un ideal inalcanzable.
Samos expresó su preocupación por la presencia de contenido inapropiado en las redes sociales, como videotutoriales que promueven prácticas perjudiciales para la salud, como la restricción de alimentos o la provocación del vómito, y destacó la falta de regulación y vigilancia en estas plataformas. Además, mencionó que los algoritmos de las redes sociales están diseñados para generar adicción, lo que agrava aún más el problema.
En cuanto a la edad de inicio del consumo de este tipo de contenido, Ana Samos mencionó que cada vez hay niñas más jóvenes expuestas a estas influencias, lo que aumenta la presión y los problemas de autoestima desde una edad temprana. Destacó la responsabilidad compartida de los gobiernos, las escuelas, las familias y la sociedad en su conjunto para abordar este problema y proteger la salud mental de los jóvenes.
Sobre estrategias efectivas para mitigar el impacto negativo de las redes sociales en la salud mental y la relación con la comida, Ana enfatizó la necesidad de educar a las personas para que aprendan a discernir la realidad de las imágenes idealizadas en las redes sociales. Sugirió trabajar en la autoestima y la aceptación personal como parte fundamental del tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria, y resaltó la importancia de un enfoque multidisciplinario que involucre tanto a profesionales de la psicología como a nutricionistas.
En cuanto a la posibilidad de eliminar las redes sociales como medida preventiva, opinó que el problema no se resolvería simplemente eliminando estas plataformas, ya que el problema subyacente es psicológico y requiere un abordaje más profundo. En su lugar, abogó por un trabajo psicológico intensivo para ayudar a las personas a desarrollar una imagen corporal saludable y resistir las presiones externas.
ENTREVISTA MARINA RAMOS: psicóloga clínica
Marina Ramos, psicóloga clínica, explicó que las redes sociales ejercen una influencia significativa en la percepción del cuerpo. Destacó que la comparación con los estándares de belleza promovidos en plataformas como Instagram y TikTok puede llevar a sentimientos de insuficiencia y contribuir a un autoconcepto negativo.
Reconoció que ella misma se ve influenciada por estas comparaciones, aunque su formación en psicología le proporciona ciertas herramientas para manejarlo.
Abordando cómo prevenir estos efectos, sugirió que prohibir las redes sociales no es la solución, ya que son una parte fundamental de la sociedad moderna. En su lugar, abogó por utilizar las redes de manera positiva, promoviendo contenido relacionado con la salud mental y el autocuidado.
Respecto a la influencia de los padres y educadores, enfatizó la importancia de contextualizar el uso de las redes sociales y proporcionar un modelo a seguir. Sugirió tener conversaciones abiertas sobre la alimentación saludable y el bienestar corporal, así como estar atentos a las señales de comportamiento preocupantes en los jóvenes.
Ramos, también destacó la importancia de escuchar a los jóvenes y desmitificar la idea de que los adultos siempre saben lo que es mejor. Animó a los padres a educarse sobre la cultura de la dieta y buscar talleres informativos para acompañar adecuadamente a sus hijos. La entrevista concluyó con una reflexión sobre la necesidad de abordar estos temas de manera informada y comprensiva, y promoviendo un enfoque de cuidado integral.
ENTREVISTA INÉS BORDA: enfermera y estudiante de máster de nutrición, medicina y salud hormonal en la mujer
Inés Borda, quien es enfermera matrona y estudiante de un máster en Nutrición, Medicina y Salud Hormonal en la Mujer, compartió sus observaciones sobre este tema.
Cuando se le preguntó sobre el género de pacientes insatisfechos con su cuerpo, destacó las mujeres embarazadas. Borda enfatizó que históricamente las mujeres se han enfrentado a la insatisfacción corporal, especialmente durante el embarazo debido a los cambios físicos. La comparación constante en las redes sociales, donde las mujeres a menudo comparten experiencias de recuperación postparto que pueden no ser representativas de la realidad, contribuye a este malestar.
En cuanto a la divulgación de información sobre hábitos alimentarios o de ejercicio por parte de personas sin formación, Inés señaló que, e promover estilos de vida saludables puede ser positivo, también es importante reconocer que cada cuerpo es único y no todos los consejos son aplicables universalmente. La falta de formación y la falta de atención individualizada pueden ser problemáticas en este contexto.
Sobre si los TCA han aumentado desde el auge de las redes sociales, expresó que, aunque no tiene datos estadísticos, percibe un aumento en la insatisfacción corporal, posiblemente influenciado por la presión estética en las redes sociales y el surgimiento de nuevas plataformas como TikTok, que pueden contribuir a la promoción de tendencias que favorecen los TCAs.
En cuanto a la percepción de la imagen corporal, coincidió en que las redes sociales pueden distorsionar la percepción al idealizar ciertos tipos de cuerpos y ocultar la diversidad corporal.
ENTREVISTA CRISTINA MORENO: madre de una adolescente consumidora de redes sociales
En la entrevista con Cristina Moreno, madre de una adolescente, se exploró la relación entre las redes sociales y los trastornos de la conducta alimentaria, desde una visión paternalista.
Moreno reveló que su hija tiene 15 años y comenzó a utilizar las redes sociales alrededor de los 12, probablemente Instagram y TikTok simultáneamente.
En cuanto al control del uso de estas plataformas, indicó que actualmente su hija está limitada a dos horas diarias en el móvil, incluyendo el uso de aplicaciones y redes sociales, debido al impacto negativo en sus notas escolares.
Cuando se le preguntó sobre cómo reaccionaría si supiera que su hija se compara con los cuerpos que ve en las redes sociales, Moreno admitió que tiene la certeza de que sucede y enfatizó la importancia de aceptarse a uno mismo y reconocer las cualidades propias. Reconoció que aceptar esto puede ser difícil, especialmente con la influencia constante de las redes sociales.
Al preguntarle sobre cómo reaccionaría su hija si se le prohibiera el uso de todas las redes sociales, Cristina expresó que no puede imaginarlo completamente, pero anticipa una reacción negativa debido a la dependencia que han desarrollado tanto ella como su hija hacia estas plataformas.
CONTROLES DE LAS PLATAFORMAS
Para concluir, es importante saber sí hay controles en redes sociales, que ayuden a evitar esta conducta. Y la respuesta es sí, hay ciertas medidas que se han ido tomando durante los últimos años. En febrero de 2021, el Parlamento Europeo, creó un plan relacionado con las plataformas digitales, con regulaciones para proteger los derechos humanos, ya que algunos se veían afectados, por cierto, contenido nocivo en las redes sociales, proponiendo así, el proyecto de “Ley de Servicios Digitales.”
Además, existen políticas de uso que prohíben la promoción de los TCAs. También, cuentan con herramientas que permite a los usuarios denunciar, sobre el contenido que consideren dañino para la comunidad. Sin embargo, estos controles, no pueden evitar lo que está sucediendo, la realidad, es que alguien que esté pasando por esto, necesita pedir ayuda externa tanto a su entorno cercano como a profesionales que le ayuden con lo que les está pasando
Para finalizar, algunas redes sociales, cuentan con perfiles con formación, que divulgan información y herramientas que ayudan a las personas que están pasando por esto. Como es el caso de Stefy Fernández, nutricionista. Sofía Giaquinta, especializada en tratar a personas con TCA. O María Camila, psicóloga y también especializada en TCAs.
La salud mental, es algo que debe predominar en la vida de todos y cada uno de nosotros.